Sin alcanzar el nivel pre pandemia

Cuando se instaura la cuarentena, las restricciones a la movilidad llevaron a una caída inicial del PBI de 15.5%, arrastrando al empleo, que se redujo en 18% en un solo trimestre. A la inversa, la recuperación de la economía está siendo acompañada por un proceso de crecimiento del empleo.

Sin embargo, mientras la economía creció un 19.6% respecto al peor momento -ubicándose, en términos desestacionalizados, en el segundo cuarto de este año un 1% por encima del primer trimestre de 2020- el empleo total creció sólo un 17%. En otros términos, el empleo no recuperó completamente el  nivel pre pandemia. Este comportamiento, sin embargo, no ha sido homogéneo, con notables diferencias según el tipo de relación laboral.

Las restricciones al despido, la doble indemnización que había sido introducida a finales de 2019 previa a la aparición del COVID, y el apoyo económico a las empresas contribuyó a contener el empleo asalariado formal en el sector privado, el cual sólo cayó un -3.4% frente al -15.5% de caída en el producto en la comparación del II trimestre 2020 y el trimestre previo. Algo similar se observó entre los trabajadores por cuenta propia registrados, segmento en el que la caída sólo fue del -3.5%, probablemente porque los mecanismos de registración impidieron su salida de la formalidad.

Por el contrario, las restricciones a la movilidad que impidieron la actividad de la mayoría de los trabajadores informales dieron lugar a una drástica caída del -43% de este tipo de empleo entre el primero y segundo trimestre de 2020, tanto entre asalariados (-35%) como por cuenta propia (-55%).

A excepción del empleo por cuenta propia registrado, ninguna de las demás modalidades logró niveles de ocupación pre pandemia. El empleo asalariado formal en el sector privado aún se encuentra un 2.2% por debajo del comienzo de 2020, pero el grupo más afectado ha sido el de los trabajadores informales, en el que se perdieron 734 mil puestos: 357 mil entre los cuenta propia y 377 mil entre los asalariados.

Gráfico 1

Si bien el empleo ha ido creciendo, acercándose a los niveles anteriores a la crisis sanitaria, aún se encuentra por debajo de los valores más altos registrados casi cuatro años atrás.

 El empleo total es hoy un 4.5% más bajo –casi 950 mil ocupados menos- que a fines de 2017. El empleo asalariado privado formal, empleo asociado a mayor productividad, es hoy casi un 6% menor que en ese momento, representando casi la mitad de los empleos perdidos en ese lapso.

Sólo el empleo público y el empleo informal, ambos asociados con ocupaciones poco productivas, superan los niveles de fines de 2017.

La recuperación que se observa hoy en los puestos de trabajo no alcanza para tener una visión optimista del mercado laboral a futuro. El empleo se ha ido recuperando, pero es difícil que sostenga este crecimiento dados los escenarios actuales.

La inestabilidad macroeconómica y la incertidumbre política no crean un contexto favorable a la inversión y, por lo tanto, a la creación de empleo productivo.


Nuria Susmel

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