Alfabetización inicial: una de las pocas certezas en la complejidad del sistema

La pregunta que me hago en esta nota es: ¿tenemos forma de averiguar si escuelas que fueron exitosas en los primeros años de la escolarización de sus alumnos, tuvieron mejores resultados también en instancias superiores? La evidencia muestra que si, aquellos establecimientos en los que sus estudiantes tuvieron buenos resultados al principio de su escolaridad, pueden prever una mejor comprensión lectora hacia el final de la primaria también, confirmando la importancia de poner el foco en las habilidades de lectocomprensión en los primeros años.


El pasado mes de octubre participé del Congreso Internacional de Alfabetización, Lectura y Escritura[1] llevado a cabo en la ciudad de Mendoza, experiencia muy enriquecedora donde pude escuchar sobre reformas, prácticas y políticas orientadas a lograr este objetivo específico desde las voces de quienes gestionan (o gestionaron) diferentes sistemas educativos dentro y fuera del país.

Muy resumidamente, y a riesgo de simplificar demasiado no solo las valiosas exposiciones que tuvieron lugar en dicho congreso sino la complejidad a la que refirieron, voy a destacar las que creo, fueron las mayores coincidencias. La más importante es la del sentido de urgencia de lograr la alfabetización efectiva de todos los estudiantes, porque como dijo uno de los expositores, los chicos siguen en el aula mientras se discuten las políticas[2]. Sobre esta premisa, los restantes puntos en común fueron: (i) la política educativa debe ser un eje prioritario de la política pública (nucleando funcionarios, instituciones, empresarios, sindicatos) e incluir, de manera transversal, el acuerdo con las familias; (ii) la formación docente específica en alfabetización (método fonético), tanto de quienes se están formando como de quienes están hoy en funciones, con capacitación y acompañamiento en el aula; (iii) medir y evaluar: para dar continuidad (o no) a los programas es necesario contar con información, y además ayuda a separar la educación de las discusiones políticas. (iv) un currículo claro, se debe alinear el currículo a la formación docente, a los materiales pedagógicos y a la evaluación formativa para apoyar a  los maestros y corregir los aprendizajes no logrados.

El foco estuvo, sin lugar a dudas, en procesos que permitan recuperar la capacidad de “leer de corrido” de los estudiantes de los primeros grados de la primaria. Como dijo Horacio Álvarez Marinelli (especialista del Banco Mundial),[3] no es lo mismo la comprensión oral que la escrita y si no hay automaticidad del código escrito no hay comprensión, por lo que hay  que enseñar explícitamente las reglas de conversión de lo que se escucha y su código, que son las palabras.  A su vez, también Nuno Crato (académico y ex Ministro de Educación de Portugal) insistió en que la lectura es un acto social no natural, pero que a fin de primer grado los estudiantes deben poder leer y se debería priorizar especialmente a los de bajo desempeño

A partir de todos estos antecedentes me pregunté si existía a nivel nacional data disponible que respaldara la importancia de priorizar la alfabetización inicial. Esto agregaría evidencia a la que ya existe, proveniente de la experiencia de Mendoza con su política de alfabetización y lectura, así como a las campañas de concienciación y consenso en torno a la urgencia de implementar esta política en todo el país (que son iniciativas promovidas por organizaciones de la sociedad civil como Argentinos por la Educación o Educar 2050).  

Ya sabemos que los operativos de evaluación en la Argentina no permiten seguir estudiantes en sus trayectorias educativas, sin embargo, si podemos observar escuelas, esto es, comprobar el nivel de aprendizajes que logran sus alumnos/as en cada instancia del operativo. La pregunta que me hago es: ¿tenemos forma de averiguar si escuelas que fueron exitosas en los primeros años de la escolarización de sus alumnos, tuvieron mejores resultados también en instancias superiores?

Los operativos nacionales de evaluación en el país recaban información de 6to grado de primaria y último de secundaria, mientras que suelen relevarse con procesos muestrales, los aprendizajes para grados intermedios y/o conocimientos específicos. Por ejemplo, en el año 2016, se relevaron los aprendizajes de lengua y matemática de los niños/as de tercer grado de primaria a una muestra de escuelas con representatividad nacional. A partir de esa muestra, en la presente nota exploro cuál fue la relación de dichas escuelas con los logros educativos en 6to grado en 2016 y en los operativos sucesivos. La hipótesis subyacente es que las escuelas con mejor performance en lectura y comprensión en tercer grado tendrán mejores niveles de lectura y comprensión también en sexto. Si bien no son  los mismos alumnos, es una suerte de medida de la eficacia de la escuela en su labor alfabetizadora.

Es un hecho que no tenemos forma de saber cuál fue el método de alfabetización implementado por la escuela (si fonológico o global), sólo observamos los resultados obtenidos, y en caso de ser buenos implica que los estudiantes de tercero pudieron leer y comprender satisfactoriamente el texto presentado. La pregunta es, refraseando lo dicho más arriba, si el resultado promedio en tercer grado puede predecir el resultado promedio de sexto grado, a nivel escuela. A su vez, este análisis tiene otra hipótesis detrás y es la de una institucionalidad fuerte a nivel escolar, donde cuerpo directivo y docente tienen una dirección concreta y estable respecto a los métodos y formas de alfabetización que se mantiene a lo largo de los años (al menos del período bajo análisis).

Gráfico 1: Aprendizajes en Lengua en 3ero versus 6to grado de primaria en 2016. Escuela como unidad de medidaGráfico 2: Ajuste lineal de los Aprendizajes en Lengua en 3ero versus 6to grado de primaria. Escuela como unidad de medida
Fuente: Elaboración propia con base en Aprender 2016, 2018, 2021 y 2022

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El Gráfico 1 exhibe la relación entre los puntajes de lengua promedio en tercero (eje horizontal) y sexto (eje vertical) de cada escuela de la muestra en el año 2016, denotando una relación positiva entre ambos. El  Gráfico 2 expone directamente el ajuste que surge luego de contrastar el resultado obtenido por cada escuela participante de la evaluación de tercer grado en 2016 (eje horizontal) con su respectivo resultado en sexto grado (eje vertical). La línea azul, con la pendiente más marcada, muestra el ajuste lineal para el 2016, la línea roja, verde y turquesa corresponde al rendimiento por escuela de las cohortes de 6to grado en 2018, 2021 y 2022 respectivamente, y exponen que la relación se sostiene al pasar los años. Es decir, si se mira en todo el país, aquellos establecimientos en los que sus alumnos tuvieron buenos resultados al principio de su escolaridad, pueden prever una mejor comprensión lectora hacia el final de la primaria también, confirmando la importancia de poner el foco en las habilidades de lectocomprensión en los primeros años.

El Gráfico 3 expone que la relación antedicha se mantiene si se observa por separado a las escuelas de cada sector de gestión. Si bien muestran diferencias en el nivel general de las rectas ajustadas (nivel de rendimiento más alto en las privadas) y de las pendientes, la asociación sigue siendo positiva.

Gráfico 3: Aprendizajes en Lengua en 3ero y 6to grado de primaria. Escuela como unidad de medida. Según sector de gestión

Fuente: Elaboración propia con base en Aprender 2016, 2018, 2021 y 2022.

Finalmente, y para incluir una de las variables que más influyen en el rendimiento de los estudiantes y sólo para el sector estatal, se examina si hay diferencias que dependan del índice de contexto social de la educación (ICSE)[4], que es una variable que mide la vulnerabilidad del entorno barrial en el que está emplazada la escuela, la cual esta categorizada en: 1, vulnerabilidad baja, 2, vulnerabilidad media y 3, vulnerabilidad alta. El Gráfico 4 expone que es en las escuelas de los entornos más críticos donde la alfabetización en las primeras instancias está más asociada a las habilidades de lectocomprensión futuras. Las pendientes más marcadas son las referidas a los establecimientos de mayor ICSE.

Gráfico 4: Aprendizajes en Lengua en 3ero y 6to grado de primaria. Escuelas del Sector Estatal. Según índice de contexto social de la educación.

Fuente: Elaboración propia con base en Aprender 2016, 2018, 2021 y 2022.

Una estimación simple que tiene en cuenta el sector de gestión, el ámbito (si urbano o rural), la provincia de pertenencia y el índice del contexto social de la educación, muestra que la asociación entre los logros obtenidos de la primera y la última etapa de la primaria es el doble de importante para los establecimientos emplazados en entornos más vulnerables (ICSE=3) que para el resto. Si bien la magnitud de la asociación es baja, condicional a los controles mencionados, la misma se verifica y es estadísticamente significativa[5].

El hallazgo más importante de este análisis es que son los alumnos de las escuelas emplazadas en entornos más vulnerables quienes se verían más beneficiados de sistemas de alfabetización temprana efectivos porque es justamente donde se observa la asociación más fuerte con las habilidades futuras de lectocomprensión. En nuestro país, hay experiencias reales, como la de Mendoza, que con procesos de implementación, seguimiento y evaluación muy concretos a nivel de aula, han logrado lidiar con la complejidad del sistema y el proceso de alfabetización. Sobre todo, como muestra esta nota, desde una mirada de equidad del sistema  vale la pena mirar, copiar y/o adaptar las prácticas que son exitosas para asegurar que la construcción de cualquier saber o conocimiento posterior sea factible.

Ivana Templado


[1] Congreso Internacional de Alfabetización, Lectura y Escritura. Institutos de política educativa, alfabetización, gestión y datos. Organizado por el Grupo Banco Mundial, la Dirección General de Escuelas de Mendoza y el Gobierno de Mendoza. Jueves 5 y viernes 6 de octubre de 2023.

[2]  Miguel Sedoff, Ministro de Educación de la Provincia de Misiones.

[3] Especialista Senior en Educación del Banco Mundial. También exponía que desde la psicología cognitiva y las neurociencias, el método fonético es el que posibilita este proceso. Y que no es natural aprender a leer, que hay un proceso de reciclaje que cambia la estructura neuronal.

[4] Incluye indicadores respecto a: (i) las características de la vivienda (materiales y hacinamiento), (ii) el acceso al agua segura y al saneamiento adecuado, (iii) la educación formal de los miembros adultos del hogar y (iiii) su capacidad económica (a partir de la situación laboral y de ratios de dependencia). https://panorama.oei.org.ar/indice-de-contexto-social-de-la-educacion-icse/

[5] Ver Gráfico A1 al final de la nota. El resto de los resultados se pueden solicitar a la autora.

Gráfico A1: Efectos marginales del puntaje en lengua en 3ero sobre el puntaje de 6to.
Según nivel de ICSE. Sector estatal
Fuente: Elaboración propia. Intervalos de confianza del 95%
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