Anuncios que no alcanzan

La aceleración de la tasa de inflación, que las estimaciones para el mes de agosto la ubican en dos dígitos, llevaron al Ministro de Economía a agregar nuevos o, mejor dicho, viejos conocidos instrumentos para luchar contra la caída en los ingresos de la población: sumas no remunerativas que no son otra cosa que tomar una aspirina para sobrellevar una dolencia terminal; aportan un tiempo corto, pero no curan.


La estimación de la inflación que FIEL realiza para la Ciudad de Buenos Aires dio como resultado que los precios crecieron un 12.3% en agosto -con una fuerte aceleración en las últimas dos semanas tras las Primarias Abiertas, Simultaneas y Obligatorias (PASO)-, lo que sumó varios puntos de pérdida de los ingresos reales.

Para paliar esta caída, el Ministro de Economía recurrió al otorgamiento de sumas no remunerativas. En lo que respecta a los trabajadores en relación de dependencia del sector público nacional y del sector privado, se establece una suma de 60 mil pesos -30 mil para percibir en septiembre y 30 en octubre- y de 25 mil para los trabajadores de casas particulares, $12,5 mil en cada mes. Las provincias pueden decidir otorgar estas sumas, y solamente 10 anunciaron la adhesión.

Para los jubilados se estableció un bono de $37 mil en septiembre, octubre y noviembre.  Mientras que en el caso de los monotributistas, la ayuda se materializa eximiéndolos del pago del componente tributario del monotributo.

Para las microempresas, las sumas no remunerativas pagadas se compensarán con una reducción equivalente en el pago de aportes y contribuciones al sistema del 100%, mientras que para las PyMES, la reducción sería del 50%.

¿Qué significa esto en materia de ingresos ?

El monto no remunerativo para los trabajadores en relación de dependencia se limita a los trabajadores que perciben ingresos netos inferiores a 400 mil pesos -cifra un 30% superior al salario medio del sector privado formal y 43% por encima de la mediana (salario por debajo del cual se encuentra el 50% de los trabajadores)-, lo implica que el beneficio alcanzaría a alrededor del 66% de los asalariados tanto públicos como privados. Es decir, que alcanza -incluyendo al servicio doméstico- a 6.8 millones de ocupados.

El impacto de la suma fija depende del salario de cada trabajador, pero representa algo menos del 10% del salario promedio. Sin embargo, el monto podría ser absorbido por paritarias, lo que significa que de los aumentos pactados para estos meses, los trabajadores solo percibirían la diferencia entre la suma no remunerativa (30 mil) y el aumento otorgado; esto implicaría un beneficio menor o ningún beneficio.

En el caso de los monotributistas, el componente impositivo que se bonifica representa un 0,4% del ingreso bruto máximo de la categoría más baja (Categoría A) y 0,9% de la categoría más alta beneficiada (Categoría D).

Para jubilados y pensionados, el bono alcanza solamente a los jubilados que, tomando en consideración todos los ingresos previsionales, perciben el monto del haber mínimo, que en septiembre alcanza a $87460, con lo cual el monto incluido el bono para este mes es de $ 124500 bruto y $ 121 mil en la mano. Previo a las PASO, se había establecido para septiembre un monto de $27 mil, lo que hace para este mes un adicional de apenas 10.000 para quienes cobran la jubilación mínima. Además de quienes perciben la mínima, todos los jubilados que tienen un haber de hasta de $ 100 mil tienen garantizado el cobro de $ 124,5 mil, con lo cual el adicional va reduciéndose a medida que aumenta el ingreso previsional.

Dentro del SIPA, existen alrededor de 2 millones de beneficios dentro de esos montos, pero dado que, en promedio, cada jubilado percibe 1,2 beneficios, se estima que llegaría a 1,7 millones de personas. A esto hay que agregar 1,5 millones de beneficiarios de pensiones no contributivas, los cuales, dado el monto de las pensiones que reciben, califican todos para el bono.

En resumen, de los 20 millones de trabajadores, los anuncios alcanzan a los ingresos de solamente 9 millones. El resto de los trabajadores, de los cuales el 40% son trabajadores informales, no están incluidos en estos apoyos. Por su parte, de los 9 millones de jubilados y pensionados (incluyendo los no contributivos), solo estarían alcanzados alrededor del 40%.

El costo de estas medidas se concentra casi totalmente en el bono del sistema previsional. Incluyendo los ingresos que deja de percibir por reducción de contribuciones patronales, el costo total se ubica alrededor de 0.25 puntos del PBI del trimestre, monto que, además, resulta en una mejora mínima frente a la inflación que se atraviesa.

Ingresos adicionales y controles de precios son instrumentos largamente conocidos por ya haberse utilizado y por ya haber fracasado.

Nuria Susmel

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