Parsimonioso recorte de la actividad industrial

En abril, la actividad industrial mostró una nueva caída interanual, transitando un parsimonioso recorte de la producción en lo que va del año. La industria automotriz, que lidera el ranking de crecimiento, mostró el mejor desempeño en el período, junto con las industrias metálicas básicas y los minerales no metálicos. En los meses por venir, la crítica situación de reservas internacionales y el desborde inflacionario gravitarán hacia un mayor deterioro de la actividad industrial.


La actividad industrial en el mes de abril mostró una caída interanual del 1% respecto al mismo mes de 2022, de acuerdo a información preliminar del Índice de Producción Industrial (IPI) de FIEL. Como en los meses previos, en la comparación interanual los mejores desempeños lo mostraron la producción automotriz, las industrias metálicas básicas y los minerales no metálicos. Las ramas con mayor retroceso interanual en abril fueron la metalmecánica y la producción de químicos y plásticos.

Con los resultados de abril, se obtiene que, en el primer cuatrimestre de 2023, la producción industrial retrocede ligeramente (-0.4%) respecto al nivel alcanzado en el mismo período del año pasado. La industria transita un parsimonioso recorte de la actividad sostenida en el aporte de actividades puntuales que responden a determinantes diversos.

Así, la desagregación sectorial muestra que, en el primer cuatrimestre del año y en la comparación interanual, el ranking de crecimiento es liderado por la industria automotriz, que acumula una mejora de 26.9%, seguida de la producción de minerales no metálicos, que registró un avance de 16.8%. La producción de las industrias metálicas básicas creció 14.3%, mientras que la refinación de petróleo se elevó 13.1% en el período. Más atrás se colocan los despachos de cigarrillos (+5.9%), la producción de papel y celulosa (+2.7%), la de insumos textiles (+0.5%) y la de alimentos y bebidas (+0.2%). Por su parte, la metalmecánica acumula en los primeros cuatro meses una caída de 9.5%, al tiempo que el ranking de crecimiento lo cierra la producción de insumos químicos y plásticos, con un retroceso del 17.6% en la comparación con el mismo periodo de 2022.

Gráfico 1

Fuente: FIEL.

Revisando específicamente la actividad de los sectores en el mes de abril, el bloque de los minerales no metálicos mostró un recorte en el ritmo de avance respecto a lo observado en meses previos. En abril, la rama registró un aumento de la actividad de 12% en la comparación con el mismo mes del año pasado, acumulando en el cuatrimestre un avance de 16.8%, reduciendo el 18.6% acumulado en el primer trimestre. Entre las actividades que comprenden la rama, los despachos de cemento tuvieron en abril un retroceso de 1.3% en la comparación interanual que, de acuerdo a información preliminar, es explicado por la caída -por tercer mes- de los despachos en bolsa, mientras que las ventas a granel, aún cuando han perdido dinámica, mantienen un ligero avance interanual. La producción de vidrio, flotado y fantasía, continúa haciendo su aporte al nivel de producción de la rama. Respecto a la evolución de las ventas de un conjunto más amplio de insumos para la construcción incluidos en el Índice Construya, en abril se tuvo la tercera caída interanual consecutiva, que alcanzó 12.4%, acumulando en los primeros cuatro meses del año un retroceso del 8.1% en la comparación con el mismo período el año pasado. Así, mientras que la producción recorta su dinámica de crecimiento, las ventas de insumos muestran un retroceso en los primeros cuatro meses del año.

En cuanto a la evolución de la actividad de la construcción, según el indicador sintético de la actividad que elabora INDEC, en el mes de marzo se registró una mejora interanual de 1.2%, luego del retroceso de 6.3% observado en el mes de febrero, acumulando en el primer trimestre una caída del 0.8% en la comparación con el mismo período del año pasado. Las expectativas para la actividad en el período de abril a junio muestran un mayor pesimismo, con aumentos en la proporción de empresas que esperan una contracción y una reducción de la participación de aquellas que esperan mejoras, tanto entre las firmas especializadas en obras privadas como en obras públicas. Finalmente, la Cámara Argentina de la Construcción ha referido una mora creciente en los pagos junto con una dilación en los procesos de redeterminación de precios de las obras públicas.

En el caso de las industrias metálicas básicas, la producción en el mes de abril registró un avance de 20.4% en la comparación con un año atrás. Al interior de la rama, la siderurgia mostró aumentos tanto en la producción primaria como de elaborados. Estos resultados vienen explicados, en parte, por paradas técnicas realizadas un año atrás. Las perspectivas de los sectores conexos a la siderurgia se muestran más favorables en el caso de la industria automotriz y del sector de la energía, mientras que continúa la atención puesta en el desempeño de las ventas y producción de maquinaria agrícola. La demanda desde el sector de la construcción muestra signos de debilitamiento, de acuerdo a la Cámara Argentina del Acero. La producción de aluminio, por su parte, mostró en abril un alza del 10.2% interanual, lo que representa 25 meses de mejora y una suba acumulada de 19.1% en el primer cuatrimestre del año. En el mes, las exportaciones de productos de aluminio primario y elaborados aumentaron 41.7% respecto al registro de abril de 2022, lo que determina una mejora del 73.3% en la comparación del primer cuatrimestre con el mismo período del año anterior.

En abril, la producción de alimentos y bebidas mostró una caída interanual del 1.5%, con un retroceso en la elaboración de alimentos de 1.3% y un recorte en la de bebidas del 1.9%. Entre las bebidas, se tiene la primera caída interanual en la producción de gaseosas, aguas y jugos en 25 meses, mientras que la producción de cervezas acumula siete meses de retroceso. A su vez, los despachos de vino no muestran señales de recuperación, tanto en los envíos al mercado interno como en materia de exportaciones. Al interior del bloque de los alimentos, la falta de grano sigue manifestándose en caídas de la producción de aceites y harinas, aún cuando en el caso de la soja se tienen importaciones desde Paraguay, Brasil y Bolivia. En el mes, la faena vacuna creció 11.1% en la comparación interanual, acumulando un avance de 12% en los primeros cuatro meses del año. En abril se tuvo, por primera vez desde abril de 2019, una participación de hembras en faena que superó el 50%. Este dato, si bien resulta aún muy preliminar para señalar el inicio de una fase de liquidación de vientres, siguiendo el hecho de que el mayor ritmo de faena lo continúan mostrando las vacas especiales adultas y conserva buenas, que alcanzan a representar cerca del 40% de las hembras faenadas, deberá ser monitoreado en los meses por venir. También hacia fines de abril comenzó la zafra azucarera en las provincias del noroeste, con una expectativa para la campaña de alcanzar un proceso de caña similar -o algo inferior- a la del año pasado a causa del impacto de la sequía sobre la disponibilidad y la calidad de la caña, a pesar de que en algunas plantaciones fueron implementados sistemas de riego. La campaña se espera se prolongue hasta comienzos de noviembre, pero no se descarta una campaña más corta como ocurrió en 2022 a causa del faltante de materia prima. Entre los ingenios hay expectativas por la ampliación del corte de naftas del 12% al 15% con bioetanol, aunque en 2022 no se había alcanzado a cumplir con aquel compromiso que supone un 50% proveniente de la caña y el resto del maíz.

Como se mencionó antes, la mayor caída de la actividad del mes de abril y de los primeros cuatro meses del año corresponde a la metalmecánica y a los químicos y plásticos. En el caso de la metalmecánica, aún cuando en el mes se moderó ligeramente el retroceso observado en marzo, este alcanza varias actividades al interior de la rama, con excepción de los centros de servicio para la industria automotriz y algunas plantas autopartistas. Así, en abril la actividad del bloque registró un retroceso de 8.3% en la comparación interanual, acumulando en los primeros cuatro meses una merma de la producción del 9.5% respecto al mismo período del año pasado.

Al interior del bloque, al recorte de la dinámica de crecimiento que venía mostrando la producción de maquinaria agrícola en meses previos se suman casos puntuales de fábricas con caída de la producción. Respecto a la evolución de las ventas de tractores, cosechadoras y pulverizadoras en el mes de abril, estas alcanzaron las 557 unidades, marcando una reducción de 4.8% en la comparación interanual de acuerdo a los registros de ACARA. La mayor participación en las ventas de maquinaria agrícola corresponde a los tractores, que con 469 unidades patentadas en el mes resultaron en un retroceso interanual del 4.1%. Con lo anterior, en el primer cuatrimestre del año se llevan vendidas 2013 unidades, lo que marca una reducción de 2.9% respecto al periodo enero abril del año pasado. El Programa de Incremento Exportador ha aportado divisas por debajo de las expectativas, y a un ritmo inferior al observado en la edición de septiembre pasado –hacia la última semana de mayo acumulaba cerca de USD 3 mil millones-, debido, entre otros factores, a la falta de grano y una expectativa de mayor corrección cambiaria. Con lo anterior, no debería esperarse un mayor aumento de la demanda de maquinaria agrícola, cuya producción también atraviesa los problemas de faltantes de insumos importados.

En el caso de la producción de químicos y plásticos, esta registró en abril una caída del 15.3% en la comparación con el mismo mes del año anterior, y acumula una caída de 17.6% en el primer cuatrimestre respecto al mismo periodo de 2022. Actividades al interior de la rama continúan el proceso de adecuación a la merma de la demanda, al tiempo que, en algunos casos, el faltante de insumos importados por problemas de acceso a las divisas dificulta el normal desarrollo de la producción. 

Por último, la industria automotriz creció 24.2% en abril en la comparación interanual y las 54.4 mil unidades producidas marcaron el mayor nivel para un mes de abril desde 2014. El avance de la producción fue más fuerte en los automóviles, con una mejora del 27%, en comparación con los utilitarios, que mostraron un alza de 21.5%, fenómeno explicado en parte por el efecto de la base de comparación de un año atrás. En el primer cuatrimestre, la industria automotriz acumula un crecimiento de 26.9% en la comparación interanual y alcanza las 189 mil unidades producidas. El bloque continúa liderando el ranking de crecimiento sectorial, transitando el escenario de aumento de la producción y exportaciones previsto a comienzos de año, sosteniéndose la meta de 600 mil unidades salidas de las terminales. 

En lo que respecta a las exportaciones de vehículos, también los envíos al exterior resultaron los más altos para el mes desde 2014. En abril, las exportaciones alcanzaron las 30.7 mil unidades, un 12% por encima del registro de un año atrás y por el equivalente al 56.5% de la producción del mes, resultando el nivel de exportaciones más alto para el mes desde 2014. De este modo, en el primer cuatrimestre, las exportaciones acumularon 98.5 mil vehículos, un 21% por encima del registro del período enero – abril del año pasado, mostrando mejoras en la participación de los envíos a Chile, Colombia y Perú, aún cuando estos destinos se colocan por debajo del 10%, y lejos de la participación del 60% que alcanza Brasil.

En cuanto a los patentamientos de vehículos automotores en el mercado local, en abril las 34.3 mil unidades vendidas significaron un avance de 7.7% respecto al mismo mes del año pasado, y resultaron el mayor nivel para el mes de abril desde 2018. Al respecto, mencionar que, con una oferta incompleta por las restricciones a la importación, la actividad se sostiene a partir de la adecuación de la demanda a la disponibilidad de vehículos nacionales, en un escenario en el que las turbulencias cambiarias de abril aceleraron el cierre de operaciones hacia el fin de mes. Así, en cuatro meses se llevan patentados 155 mil vehículos, 11.6% por encima del acumulado en el primer cuatrimestre de 2022, con una participación de unidades de producción nacional que continúa elevándose –alcanzó 64.5% en los primeros cuatro meses de 2023 comparado con el 59.7% registrado en el mismo periodo de 2022-, junto con el retroceso de las unidades producidas en Brasil –representan en la actualidad 28.3% en comparación con el 31.5% alcanzado en el primer cuatrimestre de 2022. Un fenómeno reciente ha sido el aumento de los patentamientos de vehículos provenientes de China a partir de la posibilidad del uso de los yuanes del swap de monedas para la importación de dichas unidades.

Al evaluar la actividad industrial por el tipo de bienes producidos, se tiene que esta se encuentra desbalanceada. El avance de la producción de utilitarios, material de transporte pesado y maquinaria agrícola determinan un marcado crecimiento para los bienes de capital, que avanzan muy por encima de los restantes tipos de bienes. Sabido es que la producción de bienes de capital tiene una menor importancia relativa respecto a los restantes tipos de bienes, por lo que su fuerte avance no logra compensar el retroceso observado en la producción de otros bienes. Precisamente, en los primeros cuatro meses del año y en la comparación interanual, los bienes de capital acumulan un crecimiento de 14.2%, muy por delante de la mejora acumulada del 0.9% que muestran los bienes de consumo no durable, que comprenden fundamentalmente los alimentos y las bebidas. En el caso de los bienes de uso intermedio, estos acumulan en cuatro meses del año y en la comparación interanual una caída de 2.3%, derivada del retroceso de los químicos y plásticos y a pesar del avance de otros intermedios como la siderurgia o la refinación de petróleo. Finalmente, los bienes de consumo durable registran una merma del 3% en los primero cuatro meses.

Gráfico 2

Fuente: FIEL.

IPI como Ciclo Económico

En términos desestacionalizados, luego de dos meses de estancamiento, la medición de abril mostró un alza de 4.5% respecto al mes anterior. La producción ajustada alternaba el signo desde octubre pasado y en febrero y marzo había mostrado un ligero retroceso. Con este avance se igualó el nivel de actividad de abril de 2022, cuando se fechó en forma preliminar el inicio de una nueva fase contractiva de la industria. Al mismo tiempo, el actual nivel de producción es 7.6% superior al de octubre pasado cuando se registró el menor nivel ajustado de los últimos meses.

Gráfico 3

Fuente: FIEL.

Gráfico 4

Fuente: FIEL.

Acompañando el aumento en la medición corregida de abril, los indicadores que permiten monitorear la sostenibilidad de la fase mostraron una mejora. De lo anterior se deriva el interrogante de si la información permite señalar el tránsito hacia una nueva fase de recuperación desde octubre pasado, y si ha sido superada una breve contracción entre abril y aquel mes. Dado que en el pasado se han tenido episodios similares –a mediados de 2000 o de 2012-, en los cuales el deterioro del escenario macroeconómico -caracterizado en la actualidad por la escasez de divisas y la aceleración inflacionaria-, ocasionó una profundización de la caída de la producción industrial, es prematuro señalar un cambio de fase hacia una recuperación.

A modo de síntesis. La industria hace un parsimonioso recorte de la actividad en lo que va del año, al tiempo que es sostenida por el aporte de ramas puntuales como la automotriz. La utilización del intercambio de monedas con China, al momento, sólo se ha aplicado a importaciones desde aquel origen, al tiempo que, sin garantías, el financiamiento brasileño no está disponible. Con un alargamiento de los plazos en el SIRA, sin acceso fluido a divisas y con límites al endeudamiento externo de las firmas, en los meses por venir la crítica situación de reservas internacionales y el desborde inflacionario gravitarán hacia un mayor deterioro de la actividad industrial.


Guillermo Bermúdez

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