Industria: Se deteriora el crecimiento

Con realidades sectoriales diversas, se deteriora el ritmo de crecimiento de la actividad industrial. La producción automotriz sostiene un destacado avance, lidera el ranking de sectores, y en julio ha contribuido a contener la caída que mostró la metalmecánica. La producción ajustada por estacionalidad acumula dos meses de caída. Las perspectivas son de un mayor freno en el ritmo de crecimiento de la industria.


De acuerdo a información preliminar para el mes de julio, el Índice de Producción (IPI) de FIEL registró un nuevo avance interanual de 1.9%. El crecimiento de la actividad fabril en julio es el menor desde comienzos de 2021, antes del rebote respecto a los meses del ASPO en 2020, excepto por el freno de enero último. En el mes, la industria automotriz volvió a tener un rol gravitante. El importante aumento de la producción respecto a julio de 2021 -en parte explicado por paradas de planta llevadas a cabo un año atrás-, compensó la caída registrada en la actividad metalmecánica. Precisamente, la metalmecánica –uno de los sectores que venía liderando la recuperación- tuvo en julio el primer retroceso interanual luego de dieciocho meses. También en el mes volvieron a mostrar avances algunas ramas intermedias, como los productos de las industrias metálicas básicas, la refinación de petróleo y los minerales no metálicos. En el acumulado para los primeros siete meses de 2022, la industria recorta su ritmo de crecimiento a 4.4% en la comparación con el mismo periodo de 2021.

En cuanto a la evolución de los sectores de actividad en el periodo enero–julio y en la comparación con el mismo lapso del año pasado, la producción automotriz acumula una mejora de 28.9%, elevando el ritmo de crecimiento respecto al primer semestre y distanciándose en el ranking sectorial. Con un incremento superior al promedio de la industria le siguen la producción de minerales no metálicos, con un avance de 8.4%, la de papel y celulosa (+5.6%) y la de las industrias metálicas básicas (+5.3%). La metalmecánica relegó posiciones y también acumula en siete meses una mejora de 5.3% –a mayo había alcanzado un crecimiento acumulado de 8.7%. Por debajo del promedio de la industria se colocan el proceso de petróleo (+3.8%), los insumos químicos y plásticos (+3.6%), la producción de alimentos y bebidas (+2.2%) y los insumos textiles (+0.4%). Finalmente, los despachos de cigarrillos retroceden ligeramente (-0.5%) respecto al nivel alcanzado en los primeros siete meses del año pasado.

Gráfico 1

Con lo anterior, al observar el aporte al crecimiento industrial de los sectores de actividad en los primeros siete meses del año, la mayor contribución la continúa haciendo la producción automotriz, al tiempo que el otro líder de la recuperación -la metalmecánica- recorta su aporte desde mayo y marcadamente en julio. En el periodo, hay mejoras en el aporte de las industrias metálicas básicas y la refinación de petróleo. Finalmente, los químicos y plásticos vuelven a reducir su contribución.

Gráfico 2

Al repasar brevemente la evolución de los principales sectores industriales, se observa que el bloque de los minerales no metálicos, en julio, creció 7.7% en la comparación con el mismo mes del año anterior, encadenando 23 meses de mejora interanual –desde septiembre de 2020. Este comportamiento permitió alcanzar en esta oportunidad un nuevo récord de producción al comparar la actividad registrada en los meses de julio de cada año, y ubicarse apenas por debajo (-0.8%) del nivel más alto de actividad alcanzado en noviembre de 2017. Como se mencionó arriba, en los primeros siete meses del año el bloque en su conjunto acumula una mejora de 8.4% respecto al período enero – julio de 2021, y opera en un alto nivel de actividad, pero con menor dinámica que en meses previos.

Respecto a la construcción, de acuerdo al ISAC del INDEC, los datos a junio muestran un retroceso mensual en la medición desestacionalizada de 1.8%, luego de dos mejoras consecutivas en los meses previos. En materia de expectativas, para el periodo julio – septiembre, por segundo mes vuelve a reducirse el porcentaje de empresas que esperan mejoras de la actividad, mientras que aumenta el de las que anticipan recortes, tanto para las dedicadas a las obras privadas como a las obras públicas. Dado que el deterioro de las expectativas se relevó antes del salto de los dólares alternativos y las novedades sobre el fondeo de la obra pública, podría esperarse en el próximo relevamiento un deterioro adicional. Al respecto, merece mencionarse que, en julio, los despachos de cemento avanzaron 9.4% en la comparación interanual mostrando un menor ritmo de crecimiento respecto al acumulado al primer semestre, tanto para los despachos en bolsa como los realizados a granel.

En el caso de las industrias metálicas básicas, estas encadenaron en julio el quinto mes de expansión interanual, con desempeños mixtos en la producción siderúrgica y una nueva mejora en la de aluminio. En efecto, en julio la producción del bloque avanzó 8.6% en la comparación interanual, con caídas en la producción de hierro primario y avances en la de acero crudo, junto con mejoras en los laminados terminados en caliente (incluyendo tubos sin costura) por tercer mes consecutivo. Al interior de la siderurgia destaca la nueva caída en la producción de planos (chapas y flejes), que acumulan 12 meses de retroceso interanual. El sector de la energía continúa con una demanda sostenida desde el mercado interno y el de exportación, aumentan los despachos al sector de electrodomésticos, mientras que continúa sin recuperación la demanda del sector de envases de lata y aerosoles. La Cámara Argentina del Acero advierte por problemas en el acceso a las divisas para el pago de importaciones de insumos esenciales, lo que ha comenzado a afectar la actividad generando faltantes en la cadena de distribución. En cuanto a la producción de aluminio, la sucesión de mejoras acumula 16 meses, y en julio el colado en régimen creció 30% en la comparación interanual.

Por su parte, la metalmecánica, que junto con la rama automotriz venían realizando el mayor aporte al crecimiento de la industria en 2022, en julio mostró el primer retroceso interanual desde diciembre de 2020 y encadenó la segunda caída respecto al mes previo. En julio, el bloque recortó 11.1% respecto al nivel alcanzado un año atrás con caídas en diversas industrias al interior de la rama –envases, cables, artefactos de construcción-, junto con buenos resultados para las autopartes y un avance sostenido en maquinaría agrícola. Con estos registros, la metalmecánica redujo el crecimiento acumulado en siete meses hasta 5.3%, con el consecuente recorte en el aporte a al crecimiento. En meses previos señalamos que varias industrias al interior de la rama advertían por inconvenientes en el acceso a las divisas, lo que afectaba la programación de la producción. Habrá que esperar a los datos de agosto para confirmar si el fenómeno corresponde a un cambio de tendencia o si en el mes de julio coincidieron paradas de planta en diversas actividades.

La producción de químicos y plásticos mostró un ligero avance interanual en julio, con desempeños diversos al interior del bloque. En el mes, la producción de la rama avanzó 0.9%, combinando caídas en la producción de químicos básicos, petroquímicos, jabones y neumáticos, junto con avances en agroquímicos –afectados en julio y agosto de 2021 por paradas de planta-, plásticos y pinturas. En siete meses, el bloque continúa recortando el ritmo de crecimiento acumulado, alcanzando 3.6%. Merece mencionarse que la producción de neumáticos mejoró ligeramente en julio en la comparación mensual, pero encadena una segunda caída interanual –el conflicto gremial que afecta a las plantas del sector se prolongó hasta agosto.

El bloque de los alimentos y bebidas, aún sin mostrar una marcada dinámica de crecimiento y del mismo modo en que ocurrió en mayo y junio, en julio volvió a alcanzar un récord de producción para el mes. El bloque se colocó 2.3% por encima del registro de actividad de julio del año pasado, combinando un ligero aumento en la producción de alimentos con un sostenido avance en la producción de bebidas. Al interior del bloque de alimentos, la producción de aceite de soja continúa en retroceso, mientras avanza la de girasol. Asimismo, la faena vacuna aumenta por tercer mes en la comparación interanual, con caídas en la faena de vaquillonas y vacas hasta seis dientes y marcado aumento de las de ocho y más –vacas especiales adultas y conserva buenas. Precisamente esta categoría de animales muestra un aumento interanual de 33%, en la comparación con el 5.6% del total de hembras y del 2.7% de la faena total. La mayor faena de estos animales responde a un proceso de limpieza de campos en un escenario de mayores costos del forraje. Al interior de la rama de bebidas, la producción de gaseosas continúa mostrando la mayor dinámica de crecimiento.

Finalmente, en el repaso de los sectores, en julio se tiene que el bloque automotriz mostró un marcado avance de la actividad en la comparación interanual. En el mes, el sector registró un crecimiento de 38.1% en la comparación con julio de 2021, con la producción de automóviles avanzando 51.2% y la de utilitarios 29.8% sobre la misma base de comparación. El salto interanual en la producción de automóviles era esperado en un mes largo con 21 días hábiles y dado el freno de la producción que se había registrado un año atrás, también producto de paradas de planta de una magnitud atípica para un mes de invierno. En este 2022, el resultado se tuvo a pesar de que varias terminales tuvieron frenos de la producción por el receso invernal. Respecto a las vacaciones de invierno en el sector automotriz, este año estuvieron motivadas principalmente por el faltante de partes y piezas –por caso, semiconductores- a causa de los problemas logísticos globales, que llevaron a ordenar la producción en algunas terminales para evitar el recorte de turnos. Las dificultades en el acceso a las divisas por parte de miembros de la cadena son variables en función de la especialización de las terminales y su inserción exportadora. El conflicto en la producción de neumáticos ha gravitado en la actividad de alguna de las terminales. Es interesante notar que luego del freno de julio –en automóviles la producción tuvo un retroceso de 21.6% respecto al mes anterior- en agosto se vuelven a tener paradas en terminales puntuales por faltantes de insumos, mientras que en otras continúa firme la planificación de un tercer turno de producción. En siete meses, la rama, con una producción de 288 mil unidades acumula un crecimiento de 28.9% respecto al mismo periodo de 2021, con una expectativa de producción anual de hasta 510 mil unidades, un 17% por encima del nivel alcanzado en 2021.

En julio, el salto de la cotización de los dólares alternativos, que hacia comienzos de mes había frenado operaciones de venta, con el trascurrir de las semanas favoreció el patentamiento de vehículos en el mercado local. En el mes, las ventas avanzaron 16.8% en la comparación interanual, y con 38.5 mil unidades resultó el mejor julio desde 2019. En el mes, el salto de los tipos de cambio alternativos gravitó sobre los patentamientos a partir del descuento en dólares que trajo aparejado para las operaciones realizadas en efectivo. En los primeros siete meses del año, las ventas alcanzan las 248 mil unidades, mostrando un ligera alza de 2% respecto a las de enero – julio de 2021. Desde ACARA apuntan a una adecuación de la demanda a la oferta existente, elevando las expectativas de ventas hasta 420 mil unidades en 2022 –un 10% por encima de los patentamientos de 2021-, y con una participación del 50% de vehículos de fabricación nacional.

En cuanto a las exportaciones de vehículos, en julio se tuvo un impasse en la recuperación que venían mostrando los envíos desde febrero pasado. En el mes se exportaron 23 mil unidades, equivalentes al 52% de la producción y marcando un retroceso interanual de 1%. Luego de que junio resultará el mejor desde 2014, en julio la caída estuvo explicada por el freno que evidenciaron los envíos a los principales destinos: Brasil (-19.5%), Perú (-11.1%), Chile (-43.9%) y Ecuador (-61.6%), en todos los casos en la comparación interanual. No obstante, merece mencionarse que las exportaciones a América Central y México continúan mostrando un marcado dinamismo. Con todo y en siete meses, las exportaciones de vehículos avanzan 24.4% interanual, con Brasil creciendo 18.1% junto con los destinos menos tradicionales como América Central, Perú, Chile, México y Colombia avanzando por encima del 40% en el periodo.

Más allá del complejo automotriz, Brasil es un destino de relevancia para las exportaciones de productos industriales de nuestro país, especialmente de los sectores de plástico y caucho, filamentos y fibras sintéticos, telas, manufacturas de metal y maquinaria, entre los más importantes. Los ciclos industriales de ambos países muestran una marcada sincronización y una amplitud similar, al tiempo que el ciclo en Brasil anticipa el local. Derivado de lo anterior, en el Box Capítulo Brasil se revisa la evolución de la industria en ese país, el relevamiento de expectativas y la reciente decisión del Comité de Política del Banco Central de Brasil en su reunión de comienzos de agosto, junto con las medidas de confianza relevadas por la Fundación Getulio Vargas.

Box: Capítulo Brasil
Las mediciones de confianza de la industria y los consumidores que realiza la Fundación Getulio Vargas (FGV) de Brasil mostraron en julio el impacto de la persistencia de la inflación y las altas tasas de interés, junto con la mayor incertidumbre asociada al desarrollo del proceso eleccionario. En el caso de la confianza de los industriales, luego de tres meses de mejora consecutiva, en julio se tuvo un retroceso con una caída más marcada en el indicador de expectativas en comparación con el de percepción de la situación actual. La confianza cayó 1.7% respecto a junio en la medición desestacionalizada, las expectativas lo hicieron 2.6% y la percepción de situación actual 0.9%. A pesar del deterioro de la percepción actual, se tienen evaluaciones favorables sobre la demanda externa y el proceso de regularización de inventarios. 

Respecto a la confianza de los consumidores, está ha permanecido estable en julio, luego del avance del mes anterior. Mientras se diluye el efecto de los incentivos otorgados a las familias de menores ingresos, sin lograr revertir la mala percepción sobre la situación actual, este grupo de familias anticipa mejoras en la economía y el empleo hacia los próximos meses. Opuestamente, las familias de mayores niveles de ingresos esperan un deterioro de la economía. La proximidad de las elecciones explica una parte de esas diferencias de percepción, al tiempo que torna más volátiles las expectativas de los consumidores. 

En junio, la producción industrial que releva el IBGE mostró una caída interanual (-0.5%) que borró la mejora (+0.5%) que se había dado en mayo, y que había interrumpido nueve meses de retroceso interanual. Asimismo, la medición ajustada por estacionalidad de la actividad interrumpió el avance que se tenía en los cuatro meses previos. En junio también cayó a 11 el número de sectores con avance mensual en la medición desestacionalizada, luego de que en mayo sumaran 19 de 26. Las señales de inicio de una nueva fase de recuperación industrial en Brasil marcan un impasse. 

Los datos del Relevamiento de expectativas que realiza el Banco Central de Brasil (BCBr) muestran una mejora del crecimiento esperado del PBI hasta 2.02% en 2022, más que duplicando el resultado de fines de abril. Para 2023, el avance del producto se recorta a 0.39% (era 1% a fines de abril). 

Finalmente, a comienzos de agosto el Comité de Política Monetaria (CoPoM) del BCBr elevó la tasa de interés de referencia –Selic- en 50 puntos básicos, colocándola en 13.75% -el nivel que el mercado esperaba para fin de año-, siendo la tasa más alta desde enero de 2017. Con esta decisión del CoPoM se profundiza el sendero de tasas positivas que se empezó a transitar desde abril pasado. La decisión se basó en indicadores que señalan que la economía y el empleo sostuvieron el crecimiento en el segundo trimestre, junto a una inflación volátil y medidas subyacentes incompatibles con la meta inflacionaria. En este escenario, más tarde en agosto se conoció el primer freno mensual de la inflación en 26 meses –desde mayo de 2020- determinado por la caída en el precio del transporte a causa del retroceso en el precio de la energía. En efecto, el Índice de Precios al Consumidor Amplio (IPC-A) retrocedió en el mes 0.68% y en términos interanuales a 10.07%, desde 11.89% en junio y luego de tocar 12.13% en abril pasado, lo que resulta alentador dados los esfuerzos por conducir la inflación hacia la meta propuesta por la autoridad monetaria (+3.5% anual en un rango de +/- 1.5%).  

Continuando con el análisis de la producción industrial local relevada por FIEL y clasificada por el tipo de bien producido, entre enero y julio y en la comparación interanual, el ranking de crecimiento lo continúan liderando los de consumo durable, con un avance acumulado de 12.1%. Los bienes de capital ocupan la segunda posición, con una mejora de 10.4%. La producción de bienes de uso intermedio avanza 2.4% mientras que los bienes de consumo no durable acumulan un crecimiento de 1.9% respecto a los primeros siete meses de 2021. En el mes se tiene una mejora en la producción de bienes de capital asociada al avance de los utilitarios y maquinaria agrícola. También los bienes de uso intermedio elevaron su crecimiento en el acumulado a partir del avance de las industrias metálicas básicas y la refinación de petróleo. Entre enero y julio, el mayor aporte al crecimiento de la industria lo hacen los bienes de consumo durable, mientras que se tiene una mejora en el aporte de los bienes de uso intermedio.

Gráfico 3

IPI como Ciclo Económico

La producción del mes de julio ajustada por estacionalidad mostró una caída de 2.9% en la comparación con el mes anterior, encadenando dos meses de retracción en el indicador. Con el recorte en la medición desestacionalizada, los indicadores que permiten monitorear la sostenibilidad de la recuperación han mostrado un deterioro. En consistencia, la medida de ciclo en crecimiento también señala que desde abril pasado la industria se desacelera, y que en julio el crecimiento resultó inferior a su tendencia de largo plazo.

La actual fase que se desarrolla desde octubre del año pasado, alcanzó el mayor nivel de actividad entre abril y mayo pasados, de modo que, de confirmarse el fin de la recuperación en aquellos meses, esta podría resultar la más corta–entre seis y siete meses- desde 1980, igualando a la que transcurrió en 1999, entre abril y noviembre.

Gráfico 4

A modo de síntesis. La mejora interanual de la producción industrial de julio da cuenta de un recorte en la dinámica de la actividad. El avance se sostuvo –fundamentalmente- en el aumento de la producción automotriz y otros intermedios que compensaron la caída en la metalmecánica.  En la medición desestacionalizada, la actividad acumula dos meses de retroceso. Entre abril y mayo pasados la industria alcanzó el mayor nivel de actividad en la recuperación iniciada en octubre de 2021. Hacia agosto, los faltantes de partes y piezas en la industria automotriz a causa de los problemas logísticos globales y el acceso a las divisas, han derivado en nuevas paradas en algunas de las terminales, mientras que el conflicto en el sector de neumáticos continúa prolongándose. Las perspectivas son de un mayor freno en el ritmo de crecimiento de la industria.


Guillermo Bermúdez

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