Se demorará la recuperación industrial

La producción industrial de mayo, de acuerdo con el Índice de Producción Industrial (IPI) de FIEL, registró un retroceso interanual de 19.9%. En el mes, aún con el reinicio de actividades en algunas plantas industriales, dada la adecuación a los protocolos sanitarios y a nuevos planes de producción en el contexto de pandemia, se han observado importantes caídas interanuales en los diversos sectores. La contracción de la producción automotriz, de minerales no metálicos, siderúrgica y de la refinación de combustibles, lideraron la caída. En cambio, en el sector de alimentos y de insumos químicos y plásticos volvieron a registrarse actividades con mejora interanual. De este modo, la producción industrial acumuló en los primeros cinco meses una merma de 10.6% en la comparación con el mismo periodo del año anterior.

Durante junio la reapertura se amplió a nuevas actividades industriales exceptuadas -incluyendo ampliaciones de turnos de producción. El retroceso en la fase del aislamiento social y obligatorio en la región del AMBA dispuesto a partir de julio, demorará un rebote de la actividad.  La recuperación mensual podría resultar menos pronunciada durante el segundo semestre.

En cuanto al desempeño de los sectores de la producción en los primeros cinco meses del año y en la comparación interanual, únicamente la rama de insumos químicos y plásticos acumula crecimiento (1.9%). Los restantes sectores de actividad relevados por el IPI de FIEL muestran un retroceso en el periodo enero – mayo respecto al mismo periodo de 2019, comenzando con la producción de alimentos y bebidas que cae 0.5%, seguido de la producción de insumos textiles (-2.2%), la producción de papel y celulosa (-4.3%) y el proceso de petróleo (-10.5%). Por su parte, muestran una caída superior al promedio de la industria, la metalmecánica (-11.6%), los despachos de cigarrillos (-20.7%), la siderurgia (-30.1%), los minerales no metálicos (-36.3%), y con el retroceso más pronunciado, la producción automotriz (-49.5%).

En los primeros cinco meses del año, la evolución de la producción automotriz y la producción de minerales no metálicos (insumos de la construcción), explican el 50% de la contracción de la actividad industrial. Asimismo, si se suman los sectores de la metalmecánica (maquinaria agrícola y línea blanca) y la siderurgia (insumos de la construcción, automóviles, inversiones energéticas, etc.), la explicación alcanza al 80% de la caída de la industria. En este escenario, contribuirá a contener la caída de la actividad industrial asegurar un fluido acceso a los insumos requeridos por las terminales automotrices, propiciar la recuperación de la construcción privada, y mejorar el atractivo del ambiente económico para las inversiones en un sentido amplio.

En el mes de mayo, el sector de químicos y plásticos volvió a registrar una caída interanual que alcanzó 8%. Al interior del bloque la producción de jabones y detergentes -del mismo modo que en abril- mostró una mejora interanual, mientras que la producción de polietileno -insumo para la producción de bolsas y silobolsas- sostiene avances interanuales. En el mes, también la producción de polietileno, utilizado en la fabricación de envases y bandejas para el sector de la alimentación, mostró una mejora interanual. Hacia los próximos meses, el avance de la producción de jabones, detergentes, algunos plásticos y agroquímicos, continuarán teniendo un desempeño diverso respecto a las restantes actividades del bloque.

El sector de alimentos y bebidas en mayo mostró un retroceso asociado a la importante contracción en la producción de bebidas, pasando a registrar una caída acumulada en los primeros cinco meses del año. En efecto, en el mes el bloque se contrajo 3.6% en la comparación interanual, con un avance de 0.8% en la producción de alimentos y una merma de 23.3% en la de bebidas. En la producción de alimentos se destacó el avance de la lechería y el salto de la faena vacuna medida en promedios diarios -en términos interanuales mostró un retroceso por la menor cantidad de días hábiles-, mientras que la producción de harina de trigo y la de aceite de girasol registraron caídas. Por su parte, en el caso de las bebidas, el retroceso estuvo asociado a un desplome en la producción de gaseosas. Respecto al avance de la faena vacuna, este está asociado a un destacado desempeño exportador, en el que China lidera como destino, al tiempo que los envíos a Estados unidos han mostrado un marcado incremento debido al cierre de plantas producto de contagios registrados en varios establecimientos en ese país. Hacia junio se reinicia la faena Kosher en 6 frigoríficos con destino de exportación, lo que apuntalará la actividad. Finalmente, se dio por finalizada la cosecha de soja con 49.6 millones de toneladas, lo que significa una caída del 10% respecto a la campaña anterior, producida por un déficit hídrico en momentos críticos del desarrollo del cultivo.

En cuanto al proceso de petróleo, en mayo se reiteró una marcada caída interanual. En efecto, en el mes la refinación cayó 26.2% interanual, con retrocesos en la refinería de Dock Sud (-63.% ) y en el proceso de YPF (-27.6%). En el caso de Axion, en mayo la planta de Campana registró un avance de 0.45% en la comparación con el mismo mes del año anterior. A comienzos de junio, la empresa finalizó la ampliación de su refinería. Las plantas de hidrotratamiento de diesel (DHT), Fuel gas treatment (FGT) y la de efluentes permitirán producir diesel premium -de mínima emisión de azufre- y ampliar la capacidad de producción de diesel en un 60%.

Por su parte, la producción siderúrgica en mayo registró una nueva caída interanual que alcanzó, en esta oportunidad, al 50.7%. Las caídas se dieron tanto en la producción de primarios como de elaborados y, en el caso de la producción de aluminio, del mismo modo que en abril, la planta de Puerto Madryn funcionó al 50% de la capacidad debido a la adecuación a protocolos sanitarios. La producción continúa afectada por la debilidad de la demanda en sectores conexos. En relación a estos, merece mencionarse que se sostiene cierta demanda desde el sector de maquinaria agrícola y que desde la actividad de la construcción se mostró alguna mejora de la demanda de la mano de obras pequeñas.

Por su parte, la producción de minerales no metálicos se contrajo en mayo 40.7% en la comparación con el mismo mes del año anterior, al tiempo que mientras que continúa el retroceso de las ventas de otros insumos de la construcción, en el caso de los despachos de cemento en el mes hubo un rebote en las ventas en bolsa, reflejando el efecto de la reanudación de pequeñas obras privadas en el interior y alguna actividad -demoliciones- en Ciudad de Buenos Aires.

En cuanto a la evolución de la actividad automotriz, con la reapertura de terminales, se modera la caída interanual, aún cuando resulta muy marcada. En efecto, en mayo se produjeron 1,519 automóviles y 3,283 utilitarios, un 84.2% por debajo del mismo mes del año anterior, y alcanzando a representar apenas el 11% de la producción promedio de mayo de los últimos 4 años. La recuperación de la actividad de las terminales podría verse obstaculizada por limitaciones al acceso de autopartes importadas que alcanzan a representar hasta el 70% de los componentes de los vehículos de producción nacional.

Con la reapertura de concesionarias y registros, los patentamientos tuvieron una recuperación con 21 mil unidades vendidas, lo que significó una caída interanual del 42.8%. En el mes, una parte de la recuperación de las ventas estuvo asociada al aprovechamiento de la amplia brecha cambiaria. Del mismo modo que en el caso de las autopartes, las restricciones al acceso al mercado de cambio generaran un freno en la importación de vehículos, afectando especialmente a los modelos de gama baja. Teniendo en cuenta el nivel de patentamientos de mayo, el acumulado en los primeros 5 meses y el comportamiento estacional, de no mediar novedades, las ventas podrían ascender en 2020 hasta las 260 mil unidades, un 42.4% por debajo del registro de 2019.

El comportamiento exportador de la industria automotriz en mayo no mostró mejoras. En efecto, en el mes se exportaron 3.3 mil unidades, lo que significó un retroceso de 85.2% en la comparación interanual. En el mes, nuevamente todos los destinos mostraron caídas respecto a mayo de 2019, comenzando con Brasil (-82.4%) -representa el 66% del total-, y siguiendo con los destinos mas dinámicos -América Central, Perú, Chile, México y Colombia que suman 30%- y cayeron 89%.

En cuanto a la situación de Brasil, las expectativas de crecimiento y la confianza no muestran mejoras. En efecto, en mayo la confianza en la industria relevada por la Fundación Getulio Vargas, se acomodó en niveles históricamente bajos con una caída interanual del 34.4% y una utilización de la capacidad (UCI) en el orden del 60%. De acuerdo al relevamiento, los resultados de mayo muestran una adecuación de las percepciones por parte de los empresarios, y a pesar de la evolución favorable de indicadores como el stock, UCI y la producción prevista en mayo, es prematuro concluir que el peor momento de la crisis ha pasado. El alto nivel de incertidumbre y pesimismo en relación con el futuro puede truncar una recuperación más consistente de la confianza.

La percepción empresaria en ese país avanza en línea con los registros de producción industrial del Instituto Brasilero de Geografía y Estadísticas, de acuerdo al cual en abril la producción física se retrajo 27.2% en la comparación interanual, mientras que en relación a marzo y en términos desestacionalizados lo hizo 18.8%. En el mes, solo 3 de 26 ramas mostraron una mejora mensual en el indicador, siendo ellas: alimentos, detergentes y productos de limpieza y productos farmacéuticos. Así, la producción industrial acumula un retroceso de 24.7% desde diciembre pasado en la medición desestacionalizada.

En este escenario, el Comité de Política Monetaria (CoPom) del Banco Central de Brasil, luego de recortar la Tasa Selic a 3% en mayo, en junio volvió a reducirla hasta su mínimo histórico de 2.25%. El CoPom sostiene que se enfrenta el riesgo de una mayor y más larga depresión de la demanda agregada, con un deterioro fiscal producto de las políticas de contención económica de la pandemia y un impacto inferior a lo esperado de los programas de crédito y transferencias. Precisamente, el reciente dato de PBI correspondiente al mes de abril muestra una caída interanual del 15.1%, con un retroceso de 9.3% en la medición desestacionalizada y en relación al mes anterior, luego de que en marzo se diera una caída del -6.2%. Por último, las expectativas de recuperación continúan deteriorándose. De acuerdo al relevamiento semanal del Banco Central de Brasil (al 19 de junio), la expectativa de crecimiento industrial para 2020 pasó a ubicarse en -5.5% con rebote hasta 3.5% en 2021, mientras que la expectativa de crecimiento del PBI volvió a retroceder hasta 6.5% para 2020 con un rebote (que se mantiene constante) de 3.5% en 2021.

La pandemia del CoVid19 ha impactado la actividad industrial a escala global, y los países han respondido con múltiples instrumentos incluyendo medidas de limitación de la movilidad de modo de contener la difusión de los contagios. Hasta abril, los mayores retrocesos acumulados de la actividad industrial en los primeros cuatro meses del año  los registraron países europeos como Eslovaquia (-45.7%), Italia (-44.2%), Rumania (-40.3%) o España (-36.9%), entre una muestra amplia de países que incluye miembros de OECD, Latinoamérica, Estados Unidos y China. En el otro extremo, países escandinavos como Finlandia (-1.3%), Noruega (-4.6%) o Dinamarca (-6.5%), se encuentran entre los que registraron menores caídas acumuladas. Los datos de mayo muestran a China acumulando tres meses de mejora, y en el caso de los Estados Unidos se tiene el primer positivo mensual desde diciembre pasado, con un dato alentador en materia de ventas minoristas  durante mayo luego de dos meses de caída. En este escenario, los países han comenzado un proceso de reaperturas, que incluso podría sufrir alguna interrupción ralentizando una acelerada recuperación a partir del segundo semestre. En el caso de Argentina y otros  latinoamericanos como Chile, pero más aún Brasil y México, han sufrido un marcado retroceso de la actividad, sin haber logrado momentáneamente la contención de la propagación de la pandemia. Los costos resultarán mayores en la comparación internacional.

Nuevamente observando la producción industrial local, en la clasificación de las ramas según el tipo de bienes, los bienes de capital y de durables -debido al desempeño de la industria automotriz- continúan acumulando el mayor retroceso en los primeros cinco meses, mientras que la producción de bienes de consumo no durable -por el aporte de la producción de alimentos- y los bienes de uso intermedio -con el aporte de químicos- muestran el menor retroceso acumulado. En efecto, mientras que los bienes de consumo no durable acumulan un retroceso de 3.2%, la producción de bienes de uso intermedio se contrae 10%, al tiempo que los bienes de consumo durable muestran una caída de 14.4% y los bienes de capital se contraen 40.6% en el periodo enero – mayo y en la comparación con el mismo lapso del año anterior.  

En síntesis, en mayo se registraron caídas generalizadas de la producción industrial con excepciones en actividades del sector de alimentos y químicos. En los cinco primeros meses del año, la producción automotriz y la de minerales no metálicos explican el 50% de la contracción de la actividad industrial. Contribuirá a contener la caída de la producción industrial asegurar el acceso a insumos por parte de las terminales del sector automotriz, propiciar la recuperación de la construcción privada y mejorar el ambiente para las inversiones privadas. Durante junio se sumaron nuevas actividades industriales exceptuadas pero en julio, el retroceso en la fase del aislamiento social y obligatorio en la región del AMBA demorará la recuperación de  la actividad industrial.

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