Lo que la pandemia se llevó

Los resultados de Aprender 2021 muestran que si bien serán necesarios investigaciones y análisis más profundos para determinar cuánto de la caída en los logros educativos se deben a la pandemia, cuánto a causas estructurales del sistema educativo y cuánto a la interacción de ambas, la evidencia es determinante en consignar un retroceso muy importante en las habilidades de lectoescritura. Tanto entre los estudiantes más vulnerables económicamente, donde aumentó el porcentaje con falencias graves en comprensión lectora y nociones de matemática básicas, como entre los estudiantes del NSE alto, donde también cayó considerablemente la proporción que alcanzaba logros avanzados en ambas materias.


Recientemente se publicaron los datos del operativo de evaluación educativa Aprender 2021, sobre los que había mucha expectativa dado el cierre de escuelas al que obligó la pandemia de Covid-19, que en nuestro país impactó de lleno en 2020, obligando a una educación remota de emergencia que se extendió en modalidades no presenciales por casi todo ese año lectivo. Recordemos que el reemplazo por la educación virtual sólo pudo ser implementado íntegramente por los establecimientos, docentes y estudiantes que contaban con los recursos tecnológicos apropiados, pero para otra gran proporción se convirtió en educación remota, aunque no necesariamente virtual, ni todos los días, ni todas las horas. En el año 2021, sobre todo en la primera parte del año, en muchas jurisdicciones la escolaridad siguió siendo “intermitente”. El 75% de las familias declaraba que la presencialidad escolar se vio interrumpida: por lo menos dos semanas, el 22%, entre dos semanas y un mes, el 16,5%, y más de un mes, el 37%. Mientras que, paralelamente, hasta las vacaciones de invierno pasadas sólo la mitad había asistido a clase los cinco días de la semana (Arg x Edu, 2021).

A nivel mundial se estima que en los países de ingresos bajos y medios, la pobreza de aprendizajes aumentó desde el 57% previo a la pandemia a un 70% en la actualidad. Esto significa que hoy, el 70% de los niños de 10 años no puede entender un texto sencillo acorde a su edad, con implicancias muy graves para su futuro económico, ya que se estiman pérdidas por 21 mil millones de dólares en las ganancias potenciales de esa generación (en valor presente), el equivalente al 17 % del PIB mundial actual (Banco Mundial y otros, 2022).

El contexto doméstico y estas primeras estimaciones globales justificaban las expectativas por la evaluación llevada a cabo en diciembre de 2021.

¿Qué dijeron los resultados?

  1. Hasta el año 2018 se observaba un crecimiento en el porcentaje que obtenía buenos logros en lengua, pero un estancamiento con tendencia a la baja en matemática. En 2021 se observa que, en promedio, solo 55 (56) de cada 100 estudiantes lograron los saberes esperados en matemática o lengua (que por otro lado, no significa que sean los mismos 55). Esto implicó una caída de casi 20 puntos para lengua, pero apenas 2 puntos para matemática (Gráfico 1). Este diferencial resulta extraño, si las caídas se deben a la pandemia, ¿por qué afectó de manera tan diferente a las dos materias?
  2. La apertura por nivel socioeconómico indica que los estudiantes más desfavorecidos fueron los más afectados. En lengua (Gráfico 2) el porcentaje de estudiantes que alcanzó resultados satisfactorio o avanzado cayó a la mitad, del 59% en 2018 al 29% en la post-pandemia. En matemática (Gráfico 3), para este mismo grupo la caída fue de 11 puntos, de 43 a 32. Si se profundiza un poco más en estos números, se observa que el nivel de aprendizajes en matemática cayó en las dos puntas de la distribución de ingresos pero de forma diferente, en la más baja aumentando el porcentaje de estudiantes que no alcanzan los saberes mínimos, y en la otra punta, reduciendo el porcentaje de estudiantes evaluados como avanzados.
  3. Quienes tienen acceso a una computadora para realizar las tareas escolares tuvieron mejores desempeños, tanto en matemática (67% vs. 46%) como en lengua (70% vs 46%). Si se realiza la apertura por nivel socioeconómico, los diferenciales se mantienen y son estadísticamente significativas (Gráfico 4 y Gráfico 5).
  4. Tener internet en el hogar también hace diferencia. El 63% de quienes cuentan con el servicio logran satisfactorio o avanzado en lengua vs. el 37% de los que no cuentan con internet. En matemática los resultados son 60% vs. el 40%.
  5. Los estudiantes de sexto grado que declaran haber tenido clases virtuales en el año 2020, lograron mejores resultados que quienes no las tuvieron; en lengua el diferencial fue de 60% vs. 41% y matemática, de 58% vs. 42%. La dirección de estos diferenciales se mantiene cuando se abre por nivel socioeconómico, si bien las magnitudes cambian.

Gráfico 1

Gráfico 2 Gráfico 3

Gráfico 4 Gráfico 5

Fuente: Elaboración propia con base en Aprender 2021

No cabe duda que en los años 2020 y 2021 todo el sistema educativo sufrió un desajuste provocado por el cierre de escuelas debido a la pandemia, tanto las escuelas públicas como privadas se vieron afectadas en su continuidad pedagógica. Sin embargo, la velocidad y posibilidad de adaptación dependió, sobre todo, del nivel de recursos de estudiantes, maestros y escuelas. En vista de que la presencialidad es uno de los dispositivos más arraigados de la tecnología escolar, la pregunta acerca del impacto de esta disrupción estaba más que justificada. Si bien serán necesarios investigaciones y análisis más profundos para determinar cuánto de estos resultados se deben a la pandemia, cuánto a causas estructurales del sistema educativo y cuánto a la interacción de ambas, la evidencia es determinante en consignar un retroceso muy importante en las habilidades de lectoescritura de los estudiantes del país,  tanto entre los más vulnerables económicamente, donde se verifica un aumento crítico en el porcentaje de estudiantes con falencias graves en comprensión lectora y nociones de matemática básicas, como entre los alumnos del NSE alto donde también cayó considerablemente la proporción que alcanzaba logros avanzados en ambas materias.

Ivana Templado


Referencias

World Bank, UNICEF, FCDO, USAID, The Bill & Melinda Gates Foundation, UNESCO (2022) The State of Global Learning Poverty: 2022 Update. https://bit.ly/3nVeDpX

Observatorio Argentinos por la Educación (2021) ¿Qué opinan las familias sobre la vuelta a la presencialidad? https://argentinosporlaeducacion.org/wp-content/uploads/2021/09/encuestafamilias.pdf


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