La industria mejoró luego de tres meses en caída

La industria continúa mostrando avances interanuales. En octubre, la producción automotriz registró una nueva mejora al tiempo que consolida su perfil exportador. El mayor aporte al crecimiento de la industria en los primeros diez meses lo realiza la metalmecánica. Corregida por estacionalidad, la producción de octubre mejoró y frenó la sucesión de caídas mensuales observadas en el tercer trimestre. La presente fase de recuperación se sostiene, habiendo alcanzado en abril el mayor nivel de actividad.


La actividad industrial del mes de octubre, de acuerdo con información preliminar del Índice de Producción Industrial (IPI) de FIEL, mostró un avance interanual de 8.5%. Los bloques líderes de la recuperación continúan recortando el ritmo de crecimiento respecto al acumulado en meses previos. En el mes se destacó el avance interanual de la producción automotriz -que consolida su perfil exportador-, la producción de químicos y plásticos -que transita paradas técnicas-, y la de alimentos y bebidas -a pesar del retroceso por séptimo mes de la faena vacuna. Precisamente, el bloque de alimentos y bebidas, junto con el de minerales no metálicos, lograron el mejor nivel de producción para un mes de octubre. Respecto al mes de septiembre, la actividad tuvo un ligero retroceso (-0.5%) en la medición no ajustada, con la mayor caída en el bloque de la metalmecánica. Las restricciones al acceso a las divisas para insumos y bienes finales se muestran generalizadas -con expectativas de profundización-, y junto a dificultades logísticas y conflictos gremiales de distinta magnitud, volvieron a afectar el desarrollo de actividades. Con todo, en los primeros diez meses del año, la producción industrial resulta 17.8% superior respecto a la del periodo enero – octubre de 2020. En los meses por venir, no puede descartarse la anticipación de paradas para sortear la falta de dólares hasta la entrada de las divisas de la cosecha fina.

A nivel de ramas de actividad, en los primeros diez meses del año y en comparación con el mismo periodo de 2020, la industria automotriz se consolida al tope del ranking de crecimiento con un avance acumulado de 82.8%. Con un aumento de la producción superior al promedio en el periodo enero – octubre, se colocan las industrias metálicas básicas -siderurgia y aluminio-, con una mejora de 32.2%, seguidas de la metalmecánica (31.2%) y los minerales no metálicos (30.2%). Avanzando por debajo del promedio en los primeros diez meses se ubican la refinación de petróleo (12.7%), la producción de insumos químicos y plásticos (12.3%), los despachos de cigarrillos (12.1%), la producción de alimentos y bebidas (4.8%) y la de papel y celulosa (4.6%). Finalmente, la producción de insumos textiles acumula un ligero avance (0.5%) en el periodo enero – octubre respecto el nivel observado en el mismo periodo de 2020. 

Gráfico 1

En términos del aporte al crecimiento de la industria, en los primeros diez meses de 2021, el bloque de la metalmecánica realiza la mayor contribución con más del 26% del total. Conjuntamente con la industria automotriz y la producción de químicos y plásticos, los tres sectores explican el 61% del crecimiento acumulado. Los minerales no metálicos -insumos de la construcción-, y las industrias metálicas básicas, aportan conjuntamente otro 14% del crecimiento acumulado en el periodo enero – octubre de 2021.

Gráfico 2

En el repaso del desempeño de los sectores de actividad, los minerales no metálicos continúan logrando buenos registros de producción. En el mes de octubre, el sector creció un moderado 5.5% interanual, no obstante lo cual mejoró la marca de producción de octubre de 2017 y hacia noviembre se encamina a superar la marca histórica alcanzada en ese año. En octubre, continuó sosteniéndose el avance de los despachos de cemento, con una mejora de 6.1% en comparación con el mismo mes de 2020. Los despachos a granel crecieron 40% interanual, extendiendo a un año la sucesión de mejoras, mientras que los despachos de cemento en bolsa cayeron en octubre 8.4% en la comparación interanual, prolongando el retroceso iniciado en junio pasado. La producción de cemento sorteó el conflicto gremial entre Minerar (empresa proveedora de caliza) y AOMA (Asociación Obrera Minera Argentina) que llevó a Loma Negra a apagar hornos hacia fines de octubre, no obstante lo cual, hacia mediados de noviembre se abrió un nuevo frente por un reclamo salarial llevado adelante por el mismo gremio.

La actividad de la construcción, de acuerdo con el relevamiento de INDEC a través de su indicador sintético  (ISAC), seguía mostrando debilidad. En efecto, el ISAC de septiembre encadenó dos meses de retroceso mensual en la medición desestacionalizada, mientras que la tendencia acumula cuatro meses de caída. Los despachos de insumos de acuerdo al propio ISAC y al Índice Construya son consistentes con una pérdida de dinámica de la obra privada pequeña, asociada a la refacción y terminación, frente al avance de proyectos vinculados especialmente a la Obra Pública. En relación a ello, las mejores expectativas de actividad para el periodo octubre – diciembre, de acuerdo al INDEC, las poseen las empresas dedicadas a la Obra Pública, para las cuales el 41% espera aumentos de la actividad -52% no espera cambios-, mientras que en el caso de las empresas dedicadas a la obra privada, el 60% no espera cambios y 10% caídas.

En el mes de octubre, la producción metalmecánica avanzó 8.3% en la comparación con el mismo mes de 2020, pero registrando la primera caída interanual en algunos productos elaborados de metal, luego de que en meses previos se observara cierta debilidad en el avance de la producción. Respecto a setiembre, el bloque mostró el típico retroceso estacional con caídas en la producción de maquinaria agrícola. Como se mencionó, en los primeros diez meses, la metalmecánica acumula una crecimiento de 31.2% en comparación con el mismo periodo de 2020, colocándose por detrás de la industria automotriz, pero realizando el mayor aporte al crecimiento de la industria en el periodo. En la recuperación del bloque ha gravitado una brecha de cambio anormalmente alta que incentiva la demanda de durables –fenómeno que alcanza a bienes como automóviles y motos-, y unos precios de commodities agropecuarios que favorecieron la adquisición de maquinaria agrícola.

El sector de químicos y plásticos tuvo en octubre una destacada mejora interanual que alcanzó 7.4%, con actividades que vuelven a régimen tras dejar atrás paradas técnicas, como el caso de la producción de agroquímicos, y otras que se encuentran transitándolas, tal la situación de algunos petroquímicos. El sector aporta el 14% del crecimiento industrial en los primeros diez meses del año y contribuye al buen desempeño que muestra la producción de bienes de uso intermedio.

La producción de alimentos y bebidas avanzó en octubre 4.1% en la comparación con el mismo mes de 2020, y como se mencionara alcanzó el mayor nivel de producción para un mes de octubre. Al interior de la rama de alimentos se sostiene el avance de la lechería, la faena porcina -la aviar continúa en caída-, y la molienda de trigo. Desde hace meses, el aporte de la producción de aceites es destacado. Entre las bebidas, se sostiene un buen desempeño en la producción de gaseosas, mientras que en cervezas se tiene el primer retroceso interanual en siete meses, al tiempo que los despachos de vino acumulan 10 meses de caída.

Haciendo foco en la faena vacuna, esta continúa en retroceso, y en octubre recortó 13.9% respecto al mismo mes de 2020, acumulando una caída de 7.5% en los primeros diez meses del año. La participación de hembras mostró un ligero repunte, pero aún no señala una de liquidación de stocks. Con la merma en el engorde en feedlot por cuestiones asociadas a costos, los animales se completan en campo, lo que requiere mayor tiempo para completar el proceso. Como resultado, se restringe la oferta de cabezas, lo que junto a factores estacionales resultan en mayores precios mayoristas, anticipando el alza que se esperaba estacionalmente para diciembre.

Cerrando el repaso sectorial, se tiene que el bloque automotriz se consolida como líder de la recuperación industrial profundizando su perfil exportador. En octubre, el bloque creció 49% en la comparación interanual, con un aumento en la producción de autos de 56% y de utilitarios de 32.7%. Con ello, en los primeros diez meses se produjeron 348 mil vehículos de la categoría livianos, lo que significa un aumento cercano al 83% respecto al acumulado entre enero y octubre de 2020. La industria automotriz sostiene su buen desempeño en un escenario global de escasez de semiconductores a causa de problemas de producción y abastecimiento -problemas que se prolongarán al menos durante el primer semestre de 2022-, junto con el impacto del alza de los costos logísticos -producto de una merma en la disponibilidad de contenedores y una consecuente alza de precios de los fletes. Del mismo modo, el sector enfrenta el problema local de la restricción al acceso a las divisas, que resulta generalizado entre las terminales, de las cuales las exportadoras netas poseen alguna ventaja para sostener sus planes de producción.

Como se señaló arriba, la industria continúa profundizando su perfil exportador, y en el mes de octubre los envíos al exterior crecieron 74.7% en la comparación interanual, encadenando ocho meses de mejora. En el mes se exportaron 26 mil unidades, marcando el mejor registro para un mes de octubre desde 2014 (36.7 mil unidades), aunque aún lejos del récord del mes registrado en 2012, cuando se exportaron el doble de unidades. Los envíos a Brasil mostraron un nuevo y marcado avance (77%), mientras que desde bases de comparación más bajas avanzan las exportaciones a México, América Central, Chile y Colombia. Así, en diez meses, las exportaciones acumulan un crecimiento de 89.7% y de las 348 mil unidades producidas, el 60% -unas 207 mil- fueron exportadas.

A diferencia del frente exportador, las ventas en el mercado local muestran una profundización de la restricción de la oferta, que llevó a la caída de los patentamientos en el mes hasta 26.6% en la comparación interanual, encadenando dos meses de retroceso. Aún con el despegue de la brecha de cambio a niveles del 100% incentivando una demanda sostenida, la oferta continúa mostrando debilidad por faltante de unidades importadas, componentes y autopartes. Así, el nivel de patentamientos del mes es el más bajo para un mes de octubre desde 2006, con una caída en las ventas promedio diario hasta algo más de 1400 unidades. La falta de unidades importadas ha impulsado la sustitución por vehículos de producción nacional hasta el 54% en octubre. Con 355 mil patentamientos en diez meses, la expectativa del mercado para 2021 se acerca a las 375/ 380 mil unidades vendidas, marcando un moderado avance en torno al 10% respecto a 2020. 

El repaso de la situación de Brasil señala un mayor deterioro de las expectativas de crecimiento en un escenario en el que la política monetaria se muestra más ceñida para contener el avance inflacionario, junto con indicadores de confianza de consumidores e industriales que se bifurcan. Precisamente, partiendo de niveles históricamente bajos, la confianza de los consumidores en el mes de octubre muestra un avance especialmente a partir de una mejora en las expectativas asociadas a la recuperación del mercado laboral, con una mayor preponderancia entre los hogares de menores ingresos. No obstante, los consumidores sostienen una actitud de cautela en cuanto a la adquisición de bienes durables. En cambio, la confianza de los industriales retrocede por tercer mes, a partir de una caída en la percepción de la situación actual, junto a un mayor recorte en el componente de expectativas. Desde la perspectiva industrial, no se tienen factores que redunden en un mayor optimismo, sino en cambio continúan enfrentándose presiones de costos y persistentes inestabilidades económicas e institucionales, que resultan en una situación futura más incierta y menos favorable a los planes de expansión productiva.

En cuanto a las expectativas de crecimiento, el relevamiento realizado por el Banco Central, da cuenta de un mayor deterioro. Para la tercer semana de noviembre, el crecimiento esperado del producto para 2021 se recortó hasta 4.8% -venía de 4.97% un mes atrás-, con una caída más marcada para la expectativa hacia 2022, con un aumento proyectado del producto de 0.7% -hace cuatro semanas se esperaba el doble de tasa. El recorte de expectativas se asocia en parte también a un sendero de política monetaria más ceñido que ha viene transitando el Banco Central. Precisamente, a fin de octubre Comité de Política Monetaria (CoPoM) del Banco Central decidió elevar la tasa Selic hasta 7.75%. Entre los factores que determinaron la decisión se consideró que la inflación al consumidor sigue siendo alta, que los aumentos de precios fueron mayores a lo esperado y que las diversas medidas de inflación subyacente se encuentran por encima del rango de la meta. Las proyecciones de inflación del CoPoM derivan en una trayectoria de la tasa Selic que sube a 8.75% a fin de 2021, a 9.75% durante 2022,  finalizando en 9.50%, con una baja mayor (7%) recién hacia 2023. De este modo, Brasil podría recortar a cero su crecimiento en 2022 y restar tracción sobre la actividad industrial local.

Volviendo a la producción industrial local, desde la perspectiva de los tipos de bienes, se tiene que el crecimiento acumulado en lo que va del año es liderado por los bienes de capital, que acumulan una mejora de 50.3% en la comparación interanual. Le siguen la producción de bienes de consumo durable, con un crecimiento acumulado de 40% entre enero y octubre respecto al mismo periodo del año anterior. Por su parte, los bienes de uso intermedio muestran una mejora de 16.3% en diez meses. Finalmente, los bienes de consumo no durable, rezagan en su recuperación, totalizando en diez meses un avance de 5.7% en la comparación interanual. El mayor aporte al crecimiento de la industria en los primeros diez meses del año lo realizan los bienes de uso intermedio con 42% del total, seguidos de los bienes de consumo durable -automóviles y línea blanca-  dando cuenta del 32% del crecimiento en el periodo. Por su parte, los bienes de capital aportan un 15% al crecimiento de la industria acumulado de enero a octubre respecto a 2020, correspondiendo el resto a la producción de bienes de consumo no durable.

Gráfico 3

IPI como Ciclo Económico

En términos desestacionalizados, la actividad industrial mejoró en octubre al registrar un ligero avance (+0.8%) respecto al mes anterior, frenando la sucesión de caídas mensuales observadas en el tercer trimestre. En comparación con febrero de 2020 -mes previo al inicio de los confinamientos aplicados para contener el avance de la pandemia-, la producción industrial de octubre ajustada por estacionalidad fue 18.7% superior. Hacia abril de 2021, la industria había acumulado una recuperación de 24% respecto a febrero de 2020, marca que se fue recortando en los meses posteriores. Precisamente, abril 2021 registró el mayor nivel de actividad ajustada en la presente fase de recuperación. La fase de recuperación industrial se sostiene.

Gráfico 4

A modo de síntesis. En octubre la industria continúa su avance en términos interanuales, con los líderes de la recuperación recortando su dinámica de crecimiento. Las restricciones en el acceso a las divisas para la producción gravitan sobre el desarrollo de la actividad. En diez meses, la industria automotriz lidera el ranking de crecimiento y consolida su perfil exportador. La producción de bienes de uso intermedio realiza el mayor aporte al crecimiento de la industria. En octubre, la actividad ajustada por estacionalidad mejoró e interrumpió la sucesión de caídas mensuales registradas en el tercer trimestre.  Hacia la última parte del año la estacionalidad comienza a recortar actividad. En los meses por venir podrían anticiparse paradas para sortear la falta de divisas hasta la entrada de los dólares de la cosecha fina.


Guillermo Bermúdez

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